Consejos para transportar los alimentos en una mudanza
Cambiar de casa, de barrio o de ciudad es siempre todo un
reto personal e implica su correspondiente mudanza para transportar todas
nuestras cosas hacia el nuevo destino.
Además de elementos habituales como muebles,
electrodomésticos o ropa, muchas veces también tenemos que enviar alimentos
desde la antigua vivienda a la nueva. Con el fin de que su transporte sea
óptimo y todos se conserven en buen estado, repasamos algunas recomendaciones
útiles en función de los tipos de alimentos que se quieran incluir en la
mudanza.
Carne
En primer lugar, para transportar cualquier alimento
congelado será necesario disponer de una nevera portátil con la presencia de
hielo para asegurar el mantenimiento de la temperatura por debajo de -18º.
Si tenemos carne congelada que queremos aprovechar en la
nueva casa, es importante que vaya directamente desde el congelador a la nevera
portátil y que ese cambio se realice en la parte final de la carga del vehículo
que utilicemos para la mudanza. De este modo, aseguramos que se mantenga en la
nevera de mano el menor tiempo posible.
Si una vez llegado al nuevo destino comprobamos que existen
todavía restos de hielo en las piezas cárnicas, significará que se mantienen en
perfecto estado conservando todas sus propiedades. Sin embargo, si no existe
presencia de hielo y la carne ha perdido líquido, lo más conveniente es
deshacernos del producto ya que podría suponer un riesgo para la salud.
Frutas y verduras
El caso de las piezas de fruta y verdura es similar al de la
carne, ya que si pierde sus condiciones de frío y posteriormente vuelve a mantenerse en condiciones frías, los
alimentos habrán perdido su contenido nutricional y también implicarían riesgos
al presentar un mal estado o existir la presencia de agentes perjudiciales.
Pescado y marisco
En este caso, no romper la cadena del frío es fundamental
para mantener las condiciones del alimento. Una vez que se descongela, el
siguiente paso es su consumo. Si lo
volvemos a congelar o lo mantenemos mucho tiempo en la nevera o fuera de ella,
los pescados y mariscos pierden todas sus propiedades y la presencia de
patógenos indeseados es prácticamente una certeza.
Alimentos precocinados
La comida precocinada también requiere de mantenerse en una
nevera portátil durante la mudanza debido a que si pierde el punto de
congelación favorecerá la llegada de agentes externos que pueden generar
riesgos de salud.
Asimismo, alimentos como los lácteos, productos que ya han pasado
por la freidora, huevos o ensalada no conviene congelarlos y si se va a
realizar una mudanza, será necesario deshacernos de ellos para no perjudicar
nuestra salud o la de nuestro alrededor.
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