miércoles, 19 de julio de 2017

Consejos para transportar los alimentos en una mudanza

Cambiar de casa, de barrio o de ciudad es siempre todo un reto personal e implica su correspondiente mudanza para transportar todas nuestras cosas hacia el nuevo destino.
Además de elementos habituales como muebles, electrodomésticos o ropa, muchas veces también tenemos que enviar alimentos desde la antigua vivienda a la nueva. Con el fin de que su transporte sea óptimo y todos se conserven en buen estado, repasamos algunas recomendaciones útiles en función de los tipos de alimentos que se quieran incluir en la mudanza.

Como transportar los alimentos en una mudanza

Carne

En primer lugar, para transportar cualquier alimento congelado será necesario disponer de una nevera portátil con la presencia de hielo para asegurar el mantenimiento de la temperatura por debajo de -18º.
Si tenemos carne congelada que queremos aprovechar en la nueva casa, es importante que vaya directamente desde el congelador a la nevera portátil y que ese cambio se realice en la parte final de la carga del vehículo que utilicemos para la mudanza. De este modo, aseguramos que se mantenga en la nevera de mano el menor tiempo posible.
Si una vez llegado al nuevo destino comprobamos que existen todavía restos de hielo en las piezas cárnicas, significará que se mantienen en perfecto estado conservando todas sus propiedades. Sin embargo, si no existe presencia de hielo y la carne ha perdido líquido, lo más conveniente es deshacernos del producto ya que podría suponer un riesgo para la salud.

Frutas y verduras

El caso de las piezas de fruta y verdura es similar al de la carne, ya que si pierde sus condiciones de frío y posteriormente vuelve a  mantenerse en condiciones frías, los alimentos habrán perdido su contenido nutricional y también implicarían riesgos al presentar un mal estado o existir la presencia de agentes perjudiciales.

Pescado y marisco

En este caso, no romper la cadena del frío es fundamental para mantener las condiciones del alimento. Una vez que se descongela, el siguiente paso es su consumo. Si lo volvemos a congelar o lo mantenemos mucho tiempo en la nevera o fuera de ella, los pescados y mariscos pierden todas sus propiedades y la presencia de patógenos indeseados es prácticamente una certeza.

Alimentos precocinados

La comida precocinada también requiere de mantenerse en una nevera portátil durante la mudanza debido a que si pierde el punto de congelación favorecerá la llegada de agentes externos que pueden generar riesgos de salud.

Asimismo, alimentos como los lácteos, productos que ya han pasado por la freidora, huevos o ensalada no conviene congelarlos y si se va a realizar una mudanza, será necesario deshacernos de ellos para no perjudicar nuestra salud o la de nuestro alrededor.

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